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Se establecen temporadas de recolección y se imponen límites a la cantidad de trufas que se pueden recolectar. Muchas de ellas eran niñas aun i favorecidas con algunos de los dotes de la naturaleza; vestian una saya que solo llegaba a la rodilla, dejando ver sus musculosos miembros. Recuerda, la elección de la dosis es un proceso personal y puede variar de una persona a otra. Aunque su aroma no es tan intenso como el de la trufa negra de invierno, su sabor terroso y ligeramente ahumado la convierte en una excelente elección para aquellos que buscan una experiencia gastronómica rica y equilibrada. Es el perro como en el caso de las demás trufas el encargado de descubrirla. Zarza es un cruce enre labrador retriever "y otro perro muy grande", comenta Trinidad. Zarza y un buen cuchillo para recolectar trufas son las únicas herramientas con las que esta experta cuenta para descubrir la uncinatum. Su perfume y sabor son más intensos, que en la trufa de verano, recordando a boletos, avellanas, mantequilla y especias. Es una trufa muy parecida a la de verano, salvo que la parte interior tiene tonos más oscuros, con un aroma algo más intenso. El interior o "gleba" es de color amarillento en su fase inicial, pero a medida que va madurando pasa a marrón oscuro incluso a marrón muy intenso, formando unas estrías de color blanco bien ramificadas.

Nuestra trufa negra es mucho más que un ingrediente culinario, es un tesoro natural cuidadosamente recolectado. En cualquier caso, Trinidad Usón, como la mayoría de los truferos, insiste en que "no hay que pensar en lo que vale un kilo porque nadie compra esta cantidad; por una magnífica trufa negra de 20 gramos vamos a pagar menos de 20 euros y con ella, en una cena de amigos, se pueden trufar muchos huevos y disfrutar por muy poco dinero de un auténtico manjar". No sucede lo mismo en países europeos como Francia e Italia, donde es bastante apreciada, tanto para el consumo en Fresco Tuber Macrosporum como en conserva o a través de productos derivados. Reconoce que tiene una mayor presencia en Cataluña y Valencia, pero en su afán por desestacionalizar el consumo de las distintas variedades de trufas, está convencida de que la de otoño ofrece una magnífica oportunidad. Conservación: Para mantener su frescura, consérvala en el refrigerador entre 2ºC y 4ºC, lo que te permitirá disfrutarla hasta por 10 días. Si no la vas a utilizar de inmediato, también puedes congelarla para disfrutarla en otra ocasión, aunque recomendamos altamente consumirla en los primeros días para disfrutar todo su sabor. Luego, podemos utilizar los huevos para freír, para hacer una tortilla etc, consiguiendo disfrutar del sabor y aroma de la trufa, sin necesidad de gastarla.

Si prefieres congelarla, puede conservarse hasta un año si se almacena adecuadamente, pero se recomienda consumirla fresca para aprovechar al máximo su aroma. Para aprovechar al máximo su aroma y sabor, se recomienda rallar finas láminas de trufa sobre los platos justo antes de servir. Pero sobre todo en el norte de Italia. En torno a la truficultura hay todo un ritual, que viene marcado, sobre todo, por la dificultad de encontrar el producto. He comprado el tocino, el laurel y la manteca con los seis francos que me ha dado! Amiga mía, me parece que quieres conquistar a ese señor, dijo riéndose el alto y gordo banquero. El Quijote es como el cesto de flores de Cleopatra en cuyas olorosas profundidades viene escondido el agente de la muerte; con esta diferencia: que debajo del montón de flores de Cervantes está oculto el áspid sagrado, ese que pica solamente a los perversos. Este establecimiento, cuya fama empezó a correr como la pólvora al darse a conocer sus especialidades de anchoas, poco a poco ha ido incorporando más argumentos culinarios y la preparación de estos huevos también resulta muy interesante. Sin embargo, plantear este tipo de propuestas durante los meses de septiembre u octubre sería mucho más factible.

La trufa de Otoño (Tuber Uncinatum) madura y se recolecta desde el mes de octubre hasta el mes de diciembre. Eso sí, la de otoño se desarrolla en zonas más frías, con más altura y humedad que la Tuber aestevium. Prefiere zonas sombrías y húmedas. Si desea comprar trufa de otoño fresca, le podemos ofrecer ejemplares provenientes de las mejores zonas de producción de España e Italia. Es una especie muy común en Italia, y Francia, aunque también se encuentra en España, aunque en este caso con menos producción. Esta producción de cócteles aromáticos atrae a un conjunto de animales pequeños con los que las trufas han coevolucionado, o al menos se han adaptado a ellos, para facilitar la dispersión de las esporas". Textura: Su interior es firme, lo que facilita su manejo en la cocina. La trufa de otoño se destaca por su piel marrón oscura con vetas, y su interior marrón claro con pequeñas venas blancas. No aprenden a olfatear, se trata de un auténtico talento natural; el ser humano solo debe ponerles en claro lo que deben buscar. Para mantener la frescura durante el envío, se transporta en cajas de poliestireno que preservan la cadena de frío.